Cómo adaptar tu rutina de cuidado para el invierno y evitar la resequedad

Con la llegada del frío, la piel tiende a deshidratarse, sensibilizarse y perder luminosidad. Las bajas temperaturas, el viento y la calefacción alteran la barrera cutánea, dejándola más vulnerable. Pero también es una oportunidad ideal para trabajar en profundidad: exfoliar, regenerar y devolverle vitalidad. ¿El secreto? Una rutina por capas que equilibre limpieza, hidratación y renovación.
¿Por qué la piel se reseca más en invierno?
La combinación de aire frío y seco en el exterior, junto con la calefacción en interiores, crea un ambiente ideal para que la piel pierda agua y se vuelva más vulnerable.
Cuando bajan las temperaturas, sube la necesidad de hidratar y proteger la piel con fórmulas más ricas y calmantes.
Los síntomas más comunes:
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Sensación de tirantez
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Irritación o picazón
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Rojeces localizadas
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Aparición de líneas por deshidratación
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Pérdida de luminosidad
¿Cómo lograr una rutina que se adapte a tu piel esta temporada?
Limpieza profunda y suave: el paso que lo cambia todo
En invierno es clave evitar limpiadores que arrastren la barrera de la piel.
Elegí un aceite limpiador nutritivo que disuelva impurezas sin resecar. Huile de Balayage limpia profundamente sin dejar sensación grasa. Su textura oleosa retira protector solar, maquillaje e impurezas, dejando la piel suave, luminosa y sin tirantez. Ideal para usar solo o como primer paso en una doble limpieza.
Tonificar: equilibrio, suavidad y renovación
Después de la limpieza, el tónico devuelve hidratación y prepara la piel para los activos.
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Rosé Toner: suave, hidratante y antioxidante. Perfecto para el día, ayuda a calmar, equilibrar y devolver el glow. También disponible en formato mini para llevar en la cartera y usar como mist hidratante.
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Exfoliate & Renew: tónico nocturno con ácido glicólico, caléndula y aloe vera. Ilumina, refina poros y suaviza líneas finas.
La fórmula ideal para iniciar una rutina de renovación celular sin irritar.
Tratamientos: el momento perfecto para usar ácidos
La baja exposición al sol es ideal para tratamientos regeneradores:
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Rénover: combina ácido glicólico con aceite de Tea Tree. Exfolia suavemente, desinflama y potencia el brillo natural de la piel.
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Youth Booster: alternativa con retinol y bakuchiol, para una acción rejuvenecedora más profunda.
Usalos de noche, después del tónico y antes de tu hidratante.
💡 No usar Rénover y Youth Booster juntos: alternalos según la necesidad de tu piel.
Hidratación profunda
En invierno no alcanza con una hidratación básica. Subí la apuesta con texturas que reparen la barrera y retengan agua:
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Vitalité: Crema con propiedades anti-polución, restaura la barrera lipídica y mantiene la hidratación para una piel suave y saludable.
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Luxury Base Oil: Emulsión facial que hidrata, nutre y equilibra mientras restaura un brillo juvenil rico en antioxidantes cítricos, Omega 6 y 9, con altos porcentajes de aceite de jojoba y un 2% de ácido hialurónico.
Extendé la hidratación
La piel del cuerpo y los labios también sufre en invierno. Sumá estos dos productos a tu rutina y vas a notar la diferencia:
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Luxury Base Oil Body Edition: Emulsión corporal con ácido hialurónico, que se absorbe rápidamente hidratando la piel al instante. Deja un acabado luminoso y radiante, además de una sensación suave y aterciopelada.
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Lips Hydrater: bálsamo con fórmula reparadora intensiva. Protege los labios del frío y ayuda a prevenir grietas.
👉 Leé más sobre cuidado de labios resecos en esta nota.
Cuidar tu piel en invierno no tiene que ser complicado. Con los productos correctos y algunos ajustes clave, podés mantenerla equilibrada, luminosa y saludable durante toda la temporada.
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