▷ Piel y Sol: Beneficios, Daños y Cuidados Responsables
Es un hecho conocido que la exposición al sol de manera prolongada y sin la debida protección puede generar problemas para nuestra piel, situación que debemos tener en cuenta especialmente durante los meses de verano, cuando pasamos más tiempo al aire libre. A continuación, te contamos todo sobre los efectos del sol en nuestra piel y las claves para cuidarla de manera consciente.
Los efectos del sol en nuestra piel
La piel utiliza la luz solar para generar Vitamina D, que es fundamental para nuestro organismo, especialmente para la salud de nuestros músculos y huesos. Además, esta vitamina está asociada a beneficios en nuestro estado de ánimo y en el sistema inmunológico.
Si bien hasta acá la relación entre los rayos solares y la piel parece ser beneficiosa, es otro ejemplo de que lo positivo, en exceso, puede tornarse negativo. La exposición desmedida al sol resulta en fotoenvejecimiento e incluso puede desencadenar quemaduras. Este fenómeno no se limita a las pieles sensibles, si bien son quienes suelen exhibir consecuencias visibles más rápidamente, los daños generados por la radiación y sus efectos afectan capas de la piel que permanecen fuera de nuestra visión y son acumulativos o se va acumulando a lo largo del tiempo.
¿Por qué el sol quema la piel?
La respuesta está en los rayos UVB emitidos por el sol. La piel activa su defensa natural generando melanina, células presentes en la capa epidérmica. La sobreexposición solar estimula una mayor producción de melanina, resultando en un oscurecimiento como mecanismo de protección contra los rayos (sí, por eso es que nos bronceamos cuando “tomamos sol”). En situaciones donde la piel no produce melanina en cantidad adecuada, pueden surgir quemaduras y enrojecimiento.
¿Cómo envejece la piel con el sol?
Los rayos UVA son los principales responsables del fotoenvejecimiento y estamos expuestos a ellos incluso en días nublados. Estos rayos generan radicales libres que aceleran el envejecimiento prematuro de la piel y las arrugas.
Si después de leer todo esto te estás preguntando qué micro hábitos podés poner en práctica para contrarrestar las consecuencias negativas del sol, armamos una lista de tips y consejos para tener siempre a mano:
- Utilizar protección solar: la protección solar es indispensable para cuidar nuestra piel, elegí fórmulas con SPF alto y no te olvides de reaplicarlo cada 2 o 3 horas y después de cada baño.
- Evitar las horas de sol más fuerte: entre las 10 del mediodía y las 6 de la tarde es momento de buscar la sombra, durante este periodo el sol incide de manera directa, aumentando el riesgo de sufrir quemaduras o golpes de calor.
- No olvidar la hidratación: tomar suficiente agua es esencial para nuestro cuerpo y un factor clave para mantener una piel saludable. Es crucial prestar atención a este aspecto si estamos al sol o expuestos a altas temperaturas, ya que la sudoración aumenta la pérdida de líquidos.
- Nutrir la piel adecuadamente: si la piel estuvo expuesta al sol durante un tiempo prolongado, es importante recuperar su hidratación y elasticidad. Para lograrlo, recomendamos utilizar Luxury Base Oil Body Edition, una emulsión corporal hidratante con ácido hialurónico. Y si notás enrojecimiento, la fórmula calmante del Émeral C.B.D es una gran aliada para restaurar la piel, con un boost de antioxidantes.
- Elegir alternativas de bronceado sin sol: gracias a las innovaciones y los avances de la ciencia, hoy tenemos una forma 100% segura para lograr un look bronceado sin sobreexponernos a las radiaciones solares.
¿Cómo obtener un bronceado sin sol?
Para conseguir un look veraniego manteniendo la salud de nuestra piel, una elección acertada es optar por un autobronceante que incorpore activos naturales, como Luxe Bronzage. Esta fórmula no solo proporciona un acabado natural, sino que también ofrece humectación y propiedades antiage para el cuidado integral de la piel.
¿Cómo funciona un autobronceante?
La palabra clave es la dihidroxiacetona. Este principio activo, de origen vegetal y biocompatible, oscurece la capa superior de la piel, permitiendo la coloración deseada sin dañar las células.
¿Cómo aplicar autobronceador sin dejar manchas?
Cuando hablamos de autobronceante, la pregunta recurrente gira en torno a la prevención de manchas. La clave para evitarlas es la correcta distribución del producto.
Al aplicar el autobronceante, resulta esencial preparar la piel adecuadamente. Es necesario que la piel esté limpia y seca para garantizar una distribución uniforme. La incorporación de una exfoliación previa es una gran opción para lograr una superficie lisa. La hidratación también es importante, una piel bien hidratada permitirá que el producto se esparza con mayor facilidad.
Glowtip: combiná Luxe Bronzage con sérums como C Peptidos o Luxury Base Oil para una aplicación uniforme en el rostro. Para el cuerpo, Luxury Base Oil Body Edition es ideal.
¿Qué pasa si me pongo autobronceante y tomo sol?
Si bien podés exponerte al sol sin inconvenientes utilizando autobronceante, ya que como explicamos son procesos totalmente distintos, es importante tener en cuenta que el autobronceante no brinda protección solar. Por lo tanto, aplicar un protector con alto factor es esencial para evitar daños y manchas en la piel.
¿Cuánto tiempo dura el autobronceante?
El proceso de bronceado suele empezar a actuar alrededor de tres horas después de aplicar el producto. Es ideal repetir el procedimiento por la noche durante varios días consecutivos para obtener el tono deseado. Recordá que todas las pieles son distintas, por lo que los resultados pueden variar, aunque se estima que la duración oscila entre 6 y 9 días, por lo que es recomendable retomar el proceso después de este periodo.
Algunos consejos para un bronceado en casa:
Después de aplicar el autobronceante, acordate de lavar tus manos y esperar unos 10 a 15 minutos antes de vestirte. Con Luxe Bronzage, no vas a tener que preocuparte por olores ni tonos naranjas. Su fórmula, creada por médicas, incluye activos beneficiosos para la piel como ácido hialurónico, hamamelis, aloe vera, aceite de jojoba y vitamina E.
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